viernes, 28 de noviembre de 2008

jueves, 30 de octubre de 2008

domingo, 19 de octubre de 2008

Los hábitos de estudio

“El genio se compone en un 2% de talento y en el 98% restante de perseverante aplicación” (Beethoven). De aquí se puede desprender que aquellos que perseveran en su quehacer diario lograran el éxito en cualquier proyecto que lleven a cabo, tanto en actividades de tipo social como en actividades académicas.
Ser perseverante es realizar un esfuerzo continuo para obtener un resultado concreto ante cualquier proyecto que se desee emprender. Siempre es gratificante iniciar un proyecto, donde comenzarán resistencias y exigencias, estas exigencias pueden ser agotadoras, y es en este momento que necesitamos tener la perseverancia bien asimilada para no ser derrotados y tener la satisfacción de haber luchado por llevar a cabo las actividades necesarias para alcanzar lo que nos propusimos.
Cualquier meta que emprendamos, debe estar acompañada de los medios que vamos a utilizar para conseguirla, y pensar que nos hace falta para alcanzarla.
En este sentido el éxito como estudiantes depende en gran medida de dos factores fundamentales, la cantidad y calidad de tiempo dedicado al estudio. Para esto es necesario organizar y programar el tiempo, tener metas claras y saber lo que deseamos alcanzar en los estudios. “No siempre se gradúa el más inteligente, pero si el más perseverante, responsable y el que dedica el tiempo necesario al trabajo de ser buen estudiante” (Quintana, 1995:78).
Cada una de estas características en un estudiante se reflejan en sus hábitos de estudio. Un alumno que posee buenos hábitos de estudio enfrentara de mejor manera el desafío de desarrollar la capacidad de estudiar para lograr un buen rendimiento académico, entendiéndose como hábitos “… la repetición de una misma acción, es una actitud permanente que se desarrolla mediante el ejercicio y la voluntad y que tiende hacernos actuar de una manera rápida fácil y agradable” (García- Huidobro et. Al 2000:15). Un alumno no solo debe conocer los hábitos de estudio, sino que debe ponerlos en práctica para arraigarlos y de esta manera alcanzar logros en el aprendizaje, para conseguirlo el alumno debe establecer una rutina diaria que considere aspectos relevantes como tiempo y lugar fijo para estudiar diariamente, prestar atención al profesor durante la clase, cumplir con tareas y trabajos en los plazos previamente establecidos
De esta manera el alumno obtendrá un rendimiento académico satisfactorio, entendiéndose el rendimiento académico como un indicador del éxito frente a las demandas de la formación docente; siendo este una medida de las capacidades respondientes que manifiesta, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de formación. (Pizarro 1985).
De esta manera, los hábitos de estudio significan situarse adecuadamente ante contenidos, interpretarlos asimilarlos y retenerlos, para después poder expresarlos ante una situación de examen o utilizarlos en la vida práctica (Martínez, Pérez y Torres 1999).
Esto lleva a determinar que el hábito de estudio es un factor importante para el éxito académico, no solo en el acto de estudiar, sino también el como se realiza este acto, ya que implica poner en juego una serie de destrezas, habilidades y técnicas que se obtienen con el ejercicio y que permiten alcanzar el objetivo propuesto a nivel personal, familiar, social, laboral en especial en lo educativo, es decir, el éxito académico depende del éxito que se alcance en la adquisición de hábitos y desde luego la puesta en práctica de los mismos.